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Revista APF 4(2) 2015
Los hongos fitopatógenos pueden ser controlados me-
diante varios métodos, entre los que se encuentra el
control biológico. El uso de hongos antagonistas
Tricho-
derma
spp. es una de las estrategias más promovidas
para el control biológico de microorganismos fitopatóge-
nos del suelo (Cholango 2009).
El control biológico de hongos fitopatógenos con
Tricho-
derma
permite obtener alimentos inocuos, lo cual evita
el rechazo en los mercados internacionales que cada
día son más demandantes de productos libres de pla-
guicidas sintéticos (García
et al
. 2006). También, con
el control biológico se puede reducir la contaminación
de las aguas, la degradación de los suelos y del medio
ambiente, en general. Además, se disminuye el riesgo
para la salud de las personas en el invernadero, se dis-
minuyen los costos de producción.
El éxito del control biológico puede depender de la uti-
lización de microorganismos antagonistas aislados de
lugares donde no se presenta la enfermedad o donde
se presenta con baja intensidad. La utilización de estas
cepas (nativas) de
Trichoderma
spp. podría ser venta-
josa en comparación con las introducidas, ya que las
nativas están adaptadas a las condiciones ecológicas
del suelo, mientras que las introducidas corren el riesgo
de no adaptarse. Además, el uso de las cepas nativas
puede dar origen a la creación de microempresas na-
cionales, con lo cual se podría dinamizar la economía
agrícola y se ahorrarían divisas por la no importación de
productos formulados de estos hongos.
La efectividad de
Trichoderma
en el control de hon-
gos fitopatógenos en laboratorio, invernadero y campo
ha sido reportada por varios investigadores (Harman
2006, Stefanova 2007, Samuels 2004 y Moya y García
(2009)). Cepas de
Trichoderma
redujeron significativa-
mente (p
0.01) el crecimiento micelial de
Phytophtora
capsici
Leonian
in vitro
entre 45 y 51% (Guigón y Gon-
zález 2003). Asimismo, cepas de
Trichoderma
redujeron
significativamente el crecimiento micelial de
Fusarium
solani
,
Phytophthora
spp.,
Pythium
spp.,
Rhizoctonia
spp. y
Sclerotium
rolfsii
Sacc. en platos de Petri (Moya
et al
. 2003). Moya y Andújar (2004) reportaron que
Tri-
choderma
sp. (cepa TM1) redujo 74% la mortalidad de
plántulas de pimienta (
Piper nigrum
L.) inoculadas con
Phytophthora capsici
Leonian en invernadero.
Biopreparados de
Trichoderma
spp. redujeron significa-
tivamente el mal del talluelo (Damping-off) causado por
Phytophthora
spp.,
Rhizoctonia solani
Kuhn,
Pythium
aphanidermatum
Edson, S.
rolfsii
y
Fusarium
spp.
in
vitro
, en condiciones semicontroladas y en campo
(Stefanova y Sandoval 1995).
Trichoderma harzianum
Dastur(cepa A34) mostró buena efectividad en el control
de enfermedades causadas por
Phytophthora parasítica
Dastur
, P. capsici
y
R. solani
en tomate (
Solanum lyco-
persicum
L.) y ají (
Capsicum annuum
L.) bajo condicio-
nes de laboratorio y campo (Sandoval
et al
. 1995).
En búsqueda de alternativas para el control biológico,
en trabajo previo, se aislaron cepas de
Trichoderma
procedentes de suelos, sustratos y raíces de cultivos
y malezas en invernaderos de las provincias La Vega,
San José de Ocoa y Espaillat (Moya
et al.
2014). Este
estudio se realizó para evaluar la efectividad de esas
cepas de
Trichoderma
spp. como antagonistas de los
fitopatógenos de suelo
F. solani
,
P. capsici
,
R. solani
y
S. rolfsii,
en plato Petri.
Materiales y métodos
El estudio se realizó durante el período abril 2011 a
marzo 2012, en el laboratorio de Protección Vegetal del
Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias
y Forestales (Idiaf) en Mata Larga, San Francisco de
Macorís, provincia Duarte. Se utilizaron 85 aislados de
Trichoderma
y cuatro fitopatógenos (
F. solani
,
P. capsici
,
R. solani
y
S. rolfsii
). De los aislados de
Trichoderma
, 48
son provenientes de invernaderos en donde no se han
utilizado productos con
Trichoderma
, 12 provienen de
invernaderos donde se ha usado
Trichoderma
, y 25 no
se sabe si se ha aplicado o no
Trichoderma
(Tabla 1).
Los fitopatógenos se aislaron de las raíces de plantas
enfermas en invernaderos de las provincias La Vega,
Hermanas Mirabal y Espaillat.
Los aislados de
Trichoderma
y los fitopatógenos se
cultivaron por separado en medio PDA (Papa Dextrosa
Agar) durante cinco días en la oscuridad a 28±2 ºC. A
los cinco días se tomaron del borde de la colonia de am-
bos grupos de aislados, discos de micelio de 2 mm de
diámetro y se enfrentaron en cultivo dual por ocho días,
en medio de cultivo PDA. Los cultivos se realizaron en
platos Petri de 86 mm de diámetro.
La investigación se desarrolló en dos etapas: 1) enfren-
tamiento de aislados de
Trichoderma
contra
F. solani,
R. solani
y
S. rolfsii
, y 2) enfrentamiento de aislado de
Trichoderma
contra
P. capsici
. Por razones de espacio
en el laboratorio, en la primera etapa los 85 aislados
de
Trichoderma
se enfrentaron a los fitopatógenos
F.
solani, R. solani
y
S. rolfsii
en once experimentos por
separado. Asimismo, en la segunda etapa
P. capsici
fue
enfrentado a los 85 aislados de
Trichoderma
en nueve
experimentos. En cada experimento se enfrentaron por
lo general 10 aislados de
Trichoderma
contra los fitopa-
tógenos.
En todos los experimentos se utilizó un diseño comple-
tamente al azar, con tres repeticiones. Los tratamientos
estuvieron formados por cada uno de los fitopatógenos
enfrentados individualmente contra cada aislado de
Tri-
choderma
utilizados en cada experimento. Además, se
incluyeron tratamientos testigos que consistieron en el
cultivo individual de los aislados (
Trichoderna
y fitopató-
genos) utilizados en cada experimento.
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