Editorial

Los aportes de la investigación científica en el sector agrícola de la República Dominicana son palpables,especialmente en cultivos comerciales que son parte de canasta básica familiar dominicana. Los agricultores son beneficiarios silentes de nuevas tecnologías, generadas o validadas localmente y las aprovechan para elevar la productividad de sus explotaciones y generar riquezas para la sociedad dominicana.

Estas nuevas tecnologías son, por ejemplo, nuevas variedades en los cultivos de arroz, habichuela, guandul o gandul, maíz, yuca, batata, plátano, cacao, café, cultivos de la agricultura bajo ambiente protegidos, vegetales orientales, nuevas razas introducidas para elevar la productividad en leche y carne, sistemas de reproducción animal eficientes e identificación de alternativas alimenticias animales, entre otras. También, tecnologías para el manejo agronómico que elevan la productividad en cultivos, tales como: yuca, arroz, habichuela, plátano, cacao y café, pastos y forrajes, entre otros.

Sin embargo, las instituciones que componen el Sistema Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Siniaf), instituido por la Ley 251 del 4 de octubre del año 2012, han sido tímidas en dejarle saber a los tomadores de decisiones, en particular, y a la sociedad dominicana, en general, sobre los aportes socio económicos de las investigaciones científicas en el país.

Urge que las instituciones agrupadas en el Siniaf definan una estrategia clara para la realización de estudios de impactos de las tecnologías puesta a disposición de los productores y las cuales han sido adoptadas. Estas tecnologías han sido generadas por las instituciones del sistema en los principales rublos de la canasta básica. Estos estudios cuantificarán los beneficios de las inversiones hechas en investigación y objetivamente serán instrumentos para concientizar a los tomadores de decisiones sobre la necesidad de elevar los recursos que se invierten en investigación.

Después de cuantificada los beneficios que genera la investigación agrícola en el país, el Estado Dominicano estará compelido a elevar la inversión en investigación científica en la agricultura, bajo un plan de prioridades de desarrollo tecnológico, consensuado entre las instituciones que componen el Siniaf, las autoridades agrícolas del país y los productores. Este plan estará en armonía con la Estrategia Nacional de Desarrollo del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (Mepyd) y en el Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación (PECYT+I) 2008-2018 del Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT).

Finalmente, la Junta Directiva de la Sodiaf 2016-2018, entrega este número de la revista científica APF, volumen 6, número 2 del 2017, a la comunidad científica nacional e internacional, con la intención de seguir contribuyendo al desarrollo de la agricultura, en particular, y el quehacer científico, en general.

 

Ing. Rodys Colón, MSc.
Presidente de la Junta Directiva SODIAF 2016-2018.