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Revista Agropecuaria y Forestal APF 1(1): 19-20. 2012
gativos indican una pérdida neta de mineraliza-
ción o inmovilización. Piirainen
et al.
(2002)
y
Pérez
et al
. (2003)
indican que el N en el suelo
puede ser inmovilizado por factores bióticos y
abióticos. Un efecto similar fue reportado por
Whalen
et al.
(2000)
y Hartz
et al.
(2000).
La alta tasa de mineralización encontrada en
la GP y GB podría explicarse por el efecto
pri-
ming”
.
La aplicación de N fácilmente disponible
estimula una mayor actividad en la biomasa del
suelo, lo cual conlleva a una mayor minerali-
zación de la materia orgánica nativa. Cuando
se añade una enmienda orgánica del tipo de la
BC que contiene baja relación C/N, es decir alta
concentración de N, se estimula la actividad de
la biomasa del suelo y genera una mayor mine-
ralización del N nativo presente en el suelo que
la que se obtiene en el tratamiento control (Chu
et al.
2005).
Por otro lado, los tratamientos GP
y GB son materiales orgánicos de baja estabi-
lidad, por lo que su mineralización es elevada y
rápida, comparada con otras enmiendas orgáni-
cas como son aquellas que han sido sometidas
a un proceso de compostaje (Laos
et al
. 2000).
El aumento de la tasa de mineralización en el
fertilizante inorgánico al inicio de la evaluación
se atribuye a que los organismos se encuentran
en estado inactivo antes de la aplicación de la
enmienda. En el caso de este tratamiento, al mo-
mento de aplicarlo es más soluble con relación a
las enmiendas orgánicas y el nitrógeno se hace
disponible de forma inmediata para los microor-
ganismos. Contrario ocurre con los materiales
orgánicos, donde la mineralización y descompo-
sición es más lenta y va a depender del tipo de
material que se utilice.
Si se extrapolan los valores promedios de las ta-
sas de mineralización de N encontradas en este
estudio, la capacidad potencial de suministro de
N a partir de las enmiendas orgánicas utilizadas
como fertilizantes corresponden a: 101 kg ha
-1
año
-1
para BC, 425 kg ha
-1
año
-1
para GP y 3,544
kg ha
-1
año
-1
para GB. En un experimento en con-
diciones de laboratorio, López (2008) reportó va-
lores de N de 506 y 473 kg ha
-1
año
-1
en un suelo
Oxisol, 483 y 405 kg ha
-1
año
-1
en un Inceptisol
y 402 y 483 kg ha
-1
año
-1
en un Ultisol, todos en-
mendados con materiales orgánicos (hojarasca
molida) provenientes de bosques secundarios y
cafetales bajo sombra, respectivamente.
CONCLUSIONES
EEl aporte de N a partir de las enmiendas or-
gánicas en el suelo evaluado mostró mayor
estabilidad a través del tiempo con respecto al
fertilizante convencional, sin embargo, el uso
de fertilizante convencional y de guano de pavo
constituye una fuente adecuada de N y K, por
lo que ambos podrían ser utilizados (mezclados)
en los requerimientos de fertilización, principal-
mente como nitrógeno.
El bioestabilizado de cerdo constituye una fuente
adecuada de P en el suelo, incluso de K y otros
nutrientes, pero no de nitrógeno debido a que
este elemento se presenta en formas orgánicas
más estables. Además, genera una menor tasa
de mineralización y, por tanto, una menor dispo-
nibilidad del nitrógeno total que se aplica.
El uso de enmiendas orgánicas como bioesta-
bilizado de cerdo, guano de pavo y guano de
broiler contribuye a aumentar el pH de los sue-
los y afectan en menor medida la conductividad
eléctrica en relación al uso de fertilizantes con-
vencionales.
Figura 2. Tasa de mineralización de nitrógeno registrada en
las enmiendas aplicadas en suelo granítico durante ocho
semanas de incubación en condiciones de laboratorio
Control (SF), fertilización convencional (FC), bioestabilizado
de cerdo (BC), guano de pavo (GP) y guano de broiler
(
GB).