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Revista Agropecuaria y Forestal APF 1(1): 34-40. 2012
de estas sustancias orgánicas. República Domi-
nicana, país no firmante en una primera instan-
cia, recibió el apoyo del Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) y, en coordi-
nación con el Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, han ejecutado el proyecto
Asistencia inicial para habilitar al país a cumplir
sus obligaciones con la Convención de Estocol-
mo sobre POP”. Este proyecto se desarrolló en-
tre septiembre de 2006 y octubre de 2008, y ac-
tualmente se encuentra en fase de evaluación.
Se espera que este proyecto emita las recomen-
daciones que permitan establecer una normativa
nacional con relación al control de la emisión de
PCDD/F y PCB.
Origen y persistencia de dioxinas y PCB en
el medio ambiente.
Las dioxinas no tienen utili-
dad para el hombre, a diferencia de los PCB que
se han utilizado en la industria de las pinturas y
plásticos. No obstante, se generan grandes can-
tidades (directa o indirectamente) de estos com-
puestos en diversos procesos industriales que
implican cloro, carbono y calor. De igual manera,
los procesos naturales, como las erupciones vol-
cánicas, pueden generar también dioxinas así
como otros compuestos policíclicos, tal como
puede apreciarse en la Tabla 4.
Su marcado carácter lipofílico y persistencia en el
medio ambiente, así como una elevada vida me-
dia en los tejidos animales, hacen que PCDD/F
y PCB manifiesten tendencia a la acumulación,
conforme pasan de un individuo a otro de la ca-
dena trófica. La Figura 1 presenta como se lleva
a cabo este proceso en el que la concentración
aumenta desproporcionadamente, sin que ello
dependa necesariamente del grado de conta-
minación ambiental. Este fenómeno se conoce
como bioacumulación o biomagnificación.
La vida media de las dioxinas en el organismo
vivo es variable de acuerdo a la especie. Así, por
ejemplo, la vida media de la 2, 3, 7, 8-TCDD se
estima entre 5.1 y 11.3 años en el hombre, en
tanto que en roedores es usualmente de 2 a 4
semanas o de 6 a 8 semanas en primates no
humanos (Gorrachategui 2001, Schecter
et al.
2006).
Fuentes de exposición.
Una vez originadas por
cualquiera de los procesos mencionados líneas
arriba, las dioxinas y PCB presentan una amplia
distribución en el ambiente y pueden contami-
nar un sin fin de eslabones de la cadena trófica.
Las figuras 2 y 3 muestran las posibles
vías de
entrada
de las dioxinas en la cadena alimenta-
ria. A partir de la fuente de contaminación, son
emitidas en forma de gas y se transportan en el
aire y el agua, depositándose en el suelo y los
sedimentos. De esta manera, pueden llegar a
los vegetales comestibles o la hierba destina-
da al ganado (en zonas contaminadas el heno
puede llegar a poseer hasta 50 pg de dioxinas/g
de materia seca), ingresando en la cadena agro-
alimentaria o incorporándose al lecho marino.
Otra vía de entrada es la eliminación fraudulenta
de sustancias contaminadas a través de vertidos
incontrolados o su incorrecta adición en piensos
Figura 1. Biomagnificación de la concentración de dioxinas y PCBs en la cadena trófica (Díaz 2007)
Aves y mamíferos marinos:
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a 1500 ng/g lípidos, de PCB
Peces: 70 ng/g lípidos, de PCB
Zooplancton: 3 ng/g lípidos, de
PCB