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Revista Agropecuaria y Forestal APF 1(1): 32-40. 2012
do su concentración a medida en que pasan de
un individuo a otro de la cadena trófica. A conti-
nuación se describen las principales caracterís-
ticas de un grupo de estos contaminantes: Las
dibenzo-p-dioxinas (policlorodibenzo-p-dioxinas,
PCDD; policlorodibenzo furanos, PCDF) y los
policlorobifenilos (PCB).
Dioxinas y Policlorobifenilos.
Las dioxinas y
los policlorobifenilos (PCB) han sido objeto de
numerosos estudios por su relación con la con-
taminación ambiental, su efecto negativo sobre
la salud y su implicación en diversas alertas ali-
mentarias. Entre ellas se destacan las ocurridas
en Yusho (Japón) en 1968, donde se detectaron
niveles de contaminación en leche materna; en la
guerra de Vietnam en la década de 1970, como
consecuencia del uso del herbicida denominado
agente naranja”; en Seveso (Italia) en 1976, en
el conocido incidente de los pollos belgas del año
1999;
o en el envenenamiento del presidente de
Ucrania, Viktor Yushchenko, ocurrido en el año
2004 (
Schecter
et al.
2006).
La importancia de
estos contaminantes queda patente en diversas
revisiones y pruebas experimentales (Schec-
ter
et al.
1998,
Bernard
et al.
1999,
Moser and
McLachlan 1999, SCAN 2000, Anton and Lizaso
2001,
Gorrachategui 2001, Bernard
et al.
2002,
Guitart 2002, Schmid
et al.
2002,
Gallego
et al.
2005,
De Vries
et al.
2006,
Sapkota
et al.
2007,
Tard
et al.
2007).
Sin embargo, la mayoría de los
estudios sobre dioxinas y PCB están enfocados
a la salud humana y/o al efecto sobre la salud
de animales silvestres o acuáticos. La informa-
ción relacionada con el efecto sobre animales de
granja todavía es escasa.
El término
dioxina
engloba una gran variedad
de compuestos químicos de diferente potencial
tóxico. En este grupo se cuentan 135 congéne-
res de los policlorodibenzofuranos (PCDF) y 75
congéneres de las dibenzo-p-dioxinas policlora-
das (PCDD). Entre estos compuestos, 17 son
considerados tóxicos para el hombre. La 2, 3,
7, 8-
tetracloro-dibenzo-p-dioxina, conocida tam-
bién como “dioxina de Seveso”, es la más pe-
ligrosa y se considera como la sustancia más
tóxica producida por el hombre.
De los 209 congéneres de los
policlorobifenilos
(
PCB), 12 presentan propiedades tóxicas simila-
res a las dioxinas y reciben el nombre de com-
puestos coplanares o análogos a las dioxinas
(
dioxin-like compounds).
Legislación.
Apesar de la relativamente extensa
lista de procesos que pueden originar dioxinas y
PCB, el riesgo de contaminación por estos agen-
tes para el hombre está sujeto principalmente a
la ingestión de alimentos de origen animal. La
prevención de la contaminación de los alimen-
tos es el objetivo principal al momento de definir
políticas regulatorias de la emisión de estas sus-
tancias tóxicas y de su contenido en los alimen-
tos destinados a la alimentación tanto humana
como animal.
Las alertas alimentarias provocadas por este
grupo de contaminantes han hecho que las auto-
ridades sanitarias establezcan normas regulato-
rias destinadas a evitar problemas de salud, no
sólo en las personas sino también en los anima-
les que se vean expuestos a su actividad tóxica.
Al respecto de la ingestión de dioxinas, el Diario
Oficial de la Unión Europea publicó, en febrero
del año 2006, un reglamento (Reglamento (CE)
Nº 199/2006, 2006) en el que se fijan los conteni-
dos máximos de contaminantes (dioxinas y PCB)
en productos alimentarios de consumo humano.
La Tabla 3 recoge los puntos más importantes de
esa publicación.
En el caso de productos destinados a la alimen-
tación de los animales, también en el 2006 se
publicó la Directiva 2006/13/CE (2006), que es-
tablece los límites de contaminación de dioxinas
y PCB, permitidos en las diferentes materias uti-
lizadas en la preparación de los piensos anima-
les.
América Latina y el Caribe, en cumplimiento con
la Convención de Estocolmo sobre POP (Se-
cretariat of the Stockholm Convention), han lle-
vado a cabo diferentes reuniones entre las que
cabe destacar la “1° Conferencia de firmantes
de la Convención sobre Contaminantes Orgá-
nicos Persistentes (COP)” Celebrada en Punta
del Este (Uruguay) del 2 al 6 de mayo de 2005.
Como resultado de ese encuentro se estableció
la necesidad de que cada país suscriba el marco
regulatorio y políticas institucionales de control