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Revista APF 4(1) 2015
Revista APF
4(1): 5-12. 2015
Impactos de sistemas de labranzas en la calidad de suelos
arroceros
Francisco Jiménez
1
y Pedro Núñez
1
Los suelos arroceros dominicanos son manejados mediante dos sistemas: convencional (SC) y mínima labranza
(ML). El SC produce movimiento del suelo, con riesgo de pérdida de la calidad del mismo en comparación al de ML.
El objetivo de este estudio fue evaluar la calidad de los suelos arroceros sometidos a dos sistemas de producción
en la región norcentral. Se ubicaron cinco fincas con ML y, entorno a estas, cinco con SC. Se determinaron las
propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Los datos fueron analizados mediante prueba t (alfa≤0.05). Los
resultados para las propiedades físicas y químicas indicaron que los suelos bajo ML en promedio presentaron mayor
compactación (1.42 kg cm
-2
) en comparación a SC (0.97 kg cm
-2
). La respiración microbiana solo mostró diferencia
estadística en la localidad de Jayaco con 6031.38±7.142 y 3202.46±9.023 mg kg
-1
ss en ML y SC, respectivamente.
Igualmente, el carbono biomásico (CBM) con 5859.72±y 3226.82±9.023 mg kg
-1
ss. Las poblaciones de bacterias,
hongos y actinomicetos no mostraron diferencia estadística para los sistemas de labranza, cuyos valores promedios
5.3±0.14, 3.3±0.12 y 5.4±0.13 UFC g
-1
en ML y SC con 5.1±0.09, 3.1±0.08 y 5.2±0.08 UFC g
-1
, respectivamente. En
cuando a nematodos, en ML predominó el género Dorylaimida y en SC el
Meloidogyne
. Ambos sistemas afectan
la calidad de los suelos arroceros, sin embargo los suelos bajo ML pudieran tener mayor capacidad de resiliencia
al ser sometido a labranza cada cierto periodo de tiempo. .
Palabras clave: Labranza, suelo, calidad, arroz.
1
Investigadores del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF), Santo Domingo, DO. fjimenez23@hotmail.
com
Introducción
El 98% de la superficie sembrada de arroz en la Repú-
blica Dominicana es bajo el sistema de labranza con-
vencional (SC) y menos del 1% utiliza mínima labranza
(ML). El SC se caracteriza por el uso de maquinarias
agrícolas para la preparación del suelo, que implica la
ruptura de la estructura del suelo, así como el uso volú-
menes relativamente altos de agua. Esta actividad cau-
sa degradación del suelo, reduciendo así la capacidad
productiva y la sostenibilidad del mismo. Las prácticas
de labranza mínima consisten en realizar la siembra
bajo la mínima perturbación del suelo, mediante el sis-
tema de siembra directa en hileras y directa ó boleo.
Según Carter
et al.
(1997), la calidad del suelo se refiere
a la capacidad del mismo para funcionar para un uso
específico. En el contexto de la producción agrícola, la
calidad del suelo está asociada con su relación para so-
portar el desarrollo de la planta, maximizando la produc-
ción, conservando la función máxima posible del suelo,
con la menor degradación o daño ambiental (Gregorich
et al.
1994). Los indicadores de calidad del suelo se han
relacionados con el aumento de la productividad de los
agro ecosistema. Se puede evaluar a través de la cuan-
tificación de las propiedades físicas, químicas y biológi-
cas, la mayoría de los cuales se asocian con el conteni-
do de carbono (C) del suelo y su composición relativa y
función. La labranza ocasiona disturbios al suelo y una
mayor tasa de descomposición de los rastrojos en com-
paración con terrenos sin labrar; sin embargo, los pro-
ductos derivados de este proceso no son aprovechados
en su totalidad por los cultivos a la misma velocidad que
se generan, produciéndose pérdidas de los mismos. La
continua labranza del suelo conduce a menor nivel de
agregación y estabilidad física de la materia orgánica
del suelo (MOS) (Carter
et al.
1998).
Las prácticas de cultivo en la producción de arroz bajo
SC, incluidas: preparación de suelo en condiciones de
anegación, uso de pesticidas y la aplicación de fertilizan-
tes, se han asociados con los cambios en la calidad del
suelo y del agua, produciendo cambios en la capacidad
productiva de los suelos (Doran y Smith 1987). En este
sentido el SC está asociado con pérdidas de MOS del
suelo, aumento de CO
2
y emisiones de metano, degra-
dación de la estabilidad estructural del suelo, reducción
de la fertilidad y reducción de la actividad biológica (Rol-
dán
et al.
2003). El objetivo de este estudio fue evaluar
los efectos de los sistemas de ML y SC sobre la calidad
de suelos arroceros.
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